26 oct 2010

AL OTRO LADO DE LA CASA




Son las piernas de mi abuelo y el parqué
Donde me vuelvo honrado, bajo la mesa y en secreto.
El día es tan frío y la casa es la misma
La luz apagada y me voy, me voy, me voy inútil de un reloj.

Es la fibra en el escudo nacional de la bisabuela.
Es también una tarde donde regreso para no dormir.
Duérmete, duérmete camino que fuiste caminado.
Todo se extraña, lo que significa que ya no es mío.

La temperatura de mi madre en su cama
O cocinando, explicándome la vida y yo que le creo.
Diríjome y contemplo los recuerdos, por apartarme.
Sé que ahí se encuentra una raíz, pero no la flor.

Son las trece y cincuenta y cinco de siempre, siempre,
Siempre la cocina y el televisor.

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